El uso del arco como arma de caza y de guerra se remonta a la era del Paleolítico Superior. Durante la Edad Media los arqueros fueron un arma de gran importancia. En términos militares, el arquero era un soldado que disparaba flechas con un arco, una varilla hecha de acero, madera u otra materia elástica, sujeta por los extremos con una cuerda o bordón, de modo que forme una curva.
El tiro con arco es actualmente una práctica deportiva en la que para disparar una flecha se utiliza un arco. Es de tal importancia el deporte del tiro con arco, que se compite a nivel olímpico y paraolímpico. Consiste en acertar lo más cerca del centro de la diana para obtener el máximo número de puntos. Este deporte tiene su propio reglamento.
Su origen hay que buscarlo en el uso de esta arma como instrumento de caza y como instrumento bélico. Con la aparición de las armas de fuego quedó obsoleto como instrumento defensivo y su utilización actual es deportiva y de ocio, con un gran número de adeptos a esta práctica deportiva. Por esto es que ahora se conocen más los arcos deportivos.
El brazal es el trozo de cuero que los arqueros se ajustan al antebrazo.
El carcaj o aljaba es una caja o cilindro de piel, madera y/o tela usada por los arqueros para transportar las flechas, permitiéndoles alcanzarlas con facilidad y rapidez. El carcaj se cuelga normalmente a la espalda o la cintura para facilitar al arquero libertad de movimientos y al mismo tiempo accesibilidad a las flechas.
La dactilera es el protector o lengüeta para los dedos índice, corazón y anular que son los utilizados para el agarre de la cuerda.