Asturias, tierra de abundante hierro y frondosos bosques que proporcionan carbón vegetal para alimentar las fraguas y con su abundante agua, contribuyó a la artesanía de las navajas y cuchillos, especialmente en Taramundi donde este arte se ha ido heredando generación tras generación.
Sus artesanos, además de herreros, necesitan conocimientos de carpintería ya que son ellos mismos los que elaboran parte de las herramientas y útiles con los que confeccionan las navajas y cuchillos. En Taramundi se encuentra Esquíos, una pequeña aldea que además de albergar un pequeño museo etnográfico y alojamientos rurales, también cuenta con un taller artesanal donde se siguen elaborando las famosas navajas M. Lombardía, desde hace más de 100 años.
Las navajas M. Lombardía son únicas y fáciles de reconocer por sus empuñaduras doradas de latón o por su madera de altísima calidad. La navaja con empuñadura de latón tuvo su máximo apogeo a finales de 1800 y prácticamente ha desaparecido porque no se consigue fácilmente este metal. M. Lombardía, además de trabajar este modelo en latón también lo fabrica con la empuñadura de plata.