La piedra de afilar ayuda a mantener el “filo” de los cuchillos, las navajas, las tijeras, etc.
Hay piedras de material sintético y piedras de agua (llamadas así porque se usa el agua para eliminar los residuos del afilado).
Las piedras japonesas son famosas y tradicionales, son de grano fino y se denominan ara-to o “piedra ruda”, naka-to o “piedra media” y shiage-to o “piedra de acabado”.
El grano de una piedra de afilado en seco es muy fino y práctico, ya que los granos desgastados se puedan eliminar. La piedra de afilar es porosa.
En el procedimiento del afilado en húmedo, la piedra debe girar a unas 100 r.p.m. y el cuchillo, la navaja o las tijeras se meten en un baño de agua para evitar el calentamiento excesivo del filo, a la vez que limpia los poros de la piedra.
Los piedras de afilar con el uso se van haciendo cada vez más pequeñas.
Debe mantenerse un ángulo aproximado de 12º de inclinación, para afilar correctamente. Afilar es una técnica que requiere precisión, paciencia y buen pulso.