La montería es una modalidad de caza mayor con una profunda herencia en la tradición cinegética española. En esta práctica, los perros de caza tienen un protagonismo absoluto, siendo fundamentales para llevarla a cabo. Desde la Baja Edad Media, cuando las casas reales europeas encargaban Tratados de Caza, esta actividad ha evolucionado, pero ha mantenido elementos que la definen. Durante siglos, se han conocido diferentes tipos de montería, desde las que se llevaban a cabo con redes en el noroeste de la Península Ibérica, hasta la forma más común en Europa, donde se buscaba el encame de la pieza de caza con la ayuda de un sabueso.
Con el paso del tiempo, el cazador ha seguido la persecución, a pie o a caballo, para atrapar la pieza. Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos como las modernas armas de fuego, existe un elemento que ha permanecido como un símbolo insustituible de esta tradición ancestral: el cuchillo de montería.
La Esencia de una Tradición: Más que una Herramienta
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El cuchillo de montería es mucho más que una herramienta. Es un elemento icónico en el equipo del cazador, y su importancia se magnifica al hablar de su uso principal: el “remate” de piezas de caza mayor. Esta práctica se ha mantenido a lo largo de los siglos, reflejando una relación única entre el cazador, la naturaleza y sus herramientas.
El Propósito del Cuchillo de Remate: Más Allá de la Caza
El nombre de estos cuchillos ya lo indica: son el instrumento definitivo para finalizar la vida de una presa de caza mayor. Generalmente, esto ocurre después de que el animal ha sido herido por un arma de fuego, buscando poner fin a su sufrimiento rápidamente y evitar los riesgos que un animal herido puede presentar.
El cuchillo de remate también es crucial cuando una pieza es inmovilizada por un grupo de perros (“agarre”). En esta situación, el uso de un rifle o escopeta podría poner en peligro a los perros, haciendo del cuchillo la única opción segura y ética. Incluso existe una modalidad de caza que se practica exclusivamente con perros y cuchillo, sin armas de fuego, especialmente para jabalíes. Esto subraya que el cuchillo de remate es una pieza diseñada con un fin muy específico y no es un cuchillo multiusos.
Claves para Elegir el Cuchillo de Montería Perfecto
La elección de un cuchillo de montería no debe tomarse a la ligera, ya que se exige robustez y seguridad en situaciones potencialmente delicadas. Considera los siguientes aspectos para asegurarte de que eliges la mejor herramienta para tus necesidades.
La Calidad del Acero y la Construcción: Enteriza vs. Espiga
La calidad del acero es fundamental para la fiabilidad de la hoja. Un buen cuchillo de remate debe ofrecer la mejor calidad posible. En cuanto a su construcción, las hojas pueden ser de “espiga”, donde la hoja se oculta dentro de la empuñadura, o “enterizas”, donde la estructura de la hoja se extiende desde la punta hasta el pomo. Muchos cazadores prefieren la mayor robustez de las hojas enterizas para esta tarea.
Es importante recordar que, aunque los aceros inoxidables son más resistentes a la oxidación, ningún acero es inmune, y aquellos con mayor contenido de carbono suelen ofrecer un filo superior.
Dimensiones de la Hoja: El Tamaño Sí Importa
Para alcanzar los órganos vitales de una pieza de caza mayor (pulmones y corazón), la hoja no debería medir menos de 20 cm de longitud. El ancho también es muy importante, ya que una hoja más ancha afectará a más vasos sanguíneos y tejidos, aumentando su eficacia. Una hoja que ronda los 7 cm de ancho y entre 23 y 25 cm de longitud se considera más que suficiente para un remate eficaz.
Formas y Tipos de Hoja: De la Higüela al Bowie
Existe una gran variedad de diseños para los cuchillos de montería, siempre con la necesidad de una punta muy aguzada y filos cortantes. Algunos de los tipos comunes incluyen:
- Higüela: Caracterizada por una hoja en forma de triángulo isósceles, a menudo corta para la movilidad en el monte, pero con una anchura desproporcionada (“mucha muerte”) para su uso específico.
- Lengua de Vaca o Lanceolada: Similares a la higüela pero con formas menos pronunciadas.
- De Bayoneta: Hojas rectas que recuerdan a las bayonetas militares.
- Con Contrafilo Realzado: Como algunos sables antiguos.
- Bowie: Un diseño clásico, aunque su origen español precede al famoso héroe norteamericano. Es recomendable empuñarlos con el contrafilo cóncavo hacia abajo para una estocada precisa.
- Doble Filo (Dagas): Muchos cazadores prefieren cuchillos de doble filo para terminar el trabajo más rápidamente. La hoja debe ser muy afilada para penetrar bien y tener un espesor de al menos 5 o 6 milímetros para evitar roturas.
La Empuñadura y la Guarda: Seguridad y Comodidad
La empuñadura es el punto de anclaje con nuestra mano y debe ser cómoda y segura, adaptándose perfectamente a ella. Puede ser de materiales naturales como maderas nobles o asta de ciervo, o de polímeros modernos que ofrecen ventajas como estabilidad y resistencia. Es vital que no resbale, especialmente con sangre. La guarda, por su parte, es indispensable para proteger la mano de los filos y evitar que la hoja se hunda más de lo necesario en el animal.
Dominando el Remate: Técnica y Precaución
Rematar a cuchillo es una habilidad que requiere conocimiento y práctica. El remate debe realizarse con el cuchillo como una prolongación del brazo, y el dedo pulgar debe guiar la estocada, buscando precisión en la zona vital. No se trata de un simple “pinchazo”, sino de una sucesión rápida de estocadas sin extraer completamente el arma, variando el ángulo para lograr una acción letal y definitiva lo antes posible.
La prudencia y la experiencia son fundamentales. Nunca se debe intentar rematar un animal herido si no se tiene la certeza de que los perros lo tienen inmovilizado de verdad. Las reses pueden liberarse inesperadamente, incluso al sentir la herida del cuchillo, y el riesgo de accidentes graves es real. Por ello se recomienda aprender de cazadores y rehaleros experimentados antes de intentar un remate por cuenta propia.
Finalmente, el cuidado del cuchillo es esencial: nunca se debe envainar la hoja manchada de sangre, ya que el fluido vital es muy corrosivo, y la vaina debe ser de un diseño y calidad suficientes para mantener el arma segura y evitar accidentes. El cuchillo de montería es un símbolo de una tradición cazadora genuinamente española que perdura, y su disfrute es una forma de preservar y enriquecer un legado cultural que combina pasión, respeto y destreza en el campo.
 
					












