Las setas y demás especies micológicas son todo un manjar muy cotizado en nuestros deleites culinarios y se valoran todavía más si son recolectadas por nuestras propias manos. Además de todos los consejos que enumeramos a continuación, nunca debemos dejar de lado el sentido común en la recolección de esta especie.
- No utilizar bolsas de plástico para la recolección. Además de estar prohibidas en algunas Comunidades, son antihigiénicas ya que al no transpirar proliferan las bacterias y las setas se descomponen más rápidamente. Se pueden usar cestas de mimbre donde pueden estar aireadas.
- Colocar la parte inferior del sombrero hacia abajo para que no ensuciar el resto de ejemplares con la tierra.
- No recoger setas que puedan contener contaminantes al estar al lado de vertederos, carreteras o caminos.
- Intenta separar las que tienes claro que son comestibles de las que tienes algún tipo de duda o la recolectas tan sólo para estudiarlas.
- Limita las grandes cantidades si las necesitas sólo para el estudio. ¿no crees que son suficientes 2 ó 3 por especie?
- Ante la duda por el tipo de seta o por parecer un ejemplar viejo o parasitado, opta por no cortar la seta. Hay ejemplares que aunque no sean comestibles ejercen una labor importante en su hábitat natural.
- No utilices rastrillos ni otros utensilios similares que puedan remover la tierra ya que deterioras el paisaje además de estar prohibidos.
- Utiliza una navaja adecuada y cómoda para la recogida. Son baratas y tienes un amplia gama donde escoger.
- Evita consejos y pruebas “de la abuela”, en ocasiones son los mejores pero también encuentras muchos “bulos” que pueden ser peligrosos.
- En caso de intoxicación dirigirse al Centro de Salud más cercano y, si es posible, llevar algún ejemplar de los que hemos consumido. En su defecto alguna fotografía que ayude a identificar la seta.